Las grandes roderas producidas por las últimas lluvias y el suelo resbaladizo, complicaron algún paso que se sortearon sin problemas destacables
La primera parte de la ruta se caracterizó por charcos que casi podíamos llegar a llamar "vadeos"
No faltó un buen cortafuegos que, exceptuando la organización, llevo un rato subirlo debido a un suelo bastante húmedo combinado con una considerable inclinación.
El descenso también tenía su "encanto"
La lluvia no impidió que disfrutásemos de nuestra comida campestre...
Hacía viento frío... pero unos buenos garbanzos a la marinera calientan a cualquiera
El resto de los participantes también venían bien surtidos...
Como no, té marroquí con su hierba buena y acompañado de unas pastas
Las roderas y el barro siguieron dándonos guerra...
La tarde, fue más tranquila que la mañana, pero no por ello menos interesante dejándonos pasos muy bonitos
Ya casi de noche, dimos por terminada nuestra ruta a orillas de este embalse. un placer volver a ver a viejos amigos y disfrutar de nuestras máquinas y de la naturaleza que esta bella zona nos ofrece.